En el siguiente listado, los nombres siguen el orden en los que los he recorrido, cruzado o simplemente conocido la zona donde se encuentran.
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Cerca de la Font Roja, en la cara Norte de la Serra del Menetjador, se encuentra este barraco, cuyo nombre “infernal” no aparece prácticamente en ningún mapa cartográfico, aunque a nivel popular es muy conocido. El estar cubierto con una espesa vegetación y una configuración muy vertical, lo hace prácticamente imposible de recorrer, pero se cruza durante el desarrollo de la ruta nº 23.
Este nace en la Serra de l’Alcoraia y prácticamente desparece en el Rebolledo sin dejar rastro. Se trata de un barranco donde es muy fácil andar, ya que apenas tiene desnivel ni nada que se pueda considerar peligroso. Tiene como principal aliciente la existencia de algunos afloramientos de agua en su cauce, cosa que puede entorpecer y a la vez animar un poco su recorrido.
Entre l’Orxa y Vilallonga, el Río Serpis corre encajonado entre las sierras de la Safor y la Cuta, originando unos impresionantes desfiladeros; motivo por el cual, algunos tramos se conocen popularmente como Barranc de l’Infern.
Este es el Barranc de l’Infern más conocido de la provincia de Alicante y se trata del impresionante curso, normalmente seco, del Río Girona a su paso por el Vall de Laguar. En su tramo más espectacular el barranco se cierra entre unas interminables paredes verticales, de tal forma que casi lo convierten en un túnel. En ocasiones es necesario material de escalada para poder recorrerlo, siendo posible caminar por el resto del cauce, sin muchas dificultades.
En la Sierra de Callosa se encuentra otro Barranc de l’Infern. Está situado en su cara Norte, pero no tiene mucho interés conocerlo ya que además de tener al principio bastante desnivel y ser incómodo de recorrer por la vegetación, termina en una cantera que va creciendo sobre su mismo cauce.
Al Norte de la Serra del Morrón se encuentra este barranco, fácil de explorar en su gran mayoría ya que durante un buen tramo existe una senda que discurre por su ladera izquierda, según se sube. En el resto, se sigue el cauce, en el que tan solo la vegetación molesta en ocasiones. Las laderas del barranco están cubiertas de una vegetación típica de la umbría; abundante, espectacular y muy agradable a la vista.
En el centro de la Serra de las Pedrisses, en su cara Este, encontramos un barranco que realmente se gana el nombre, no por la espectacularidad de sus laderas o por la estructura de su cauce, con un desnivel cercano a los 250 metros, pero que solo presenta problemas en un par de puntos. Simplemente es un auténtico suplicio recorrerlo por la cantidad de vegetación que cubre su estrecho cauce.
En la cara de la Solana de la Serra de la Cava, encontramos este pedregoso barranco, ya que durante un buen tramo, el cauce está cubierto de rocas de gran tamaño. Tiene un desnivel importante que lo hace bastante duro de subir, si bien la vegetación no molesta demasiado. La única dificultad técnica es un salto de varios metros que hay que superar trepando por un lateral bastante vertical.
En la costa del término municipal del Poble Nou de Benitatxell, cerca de la Cala del Moraig, se encuentra uno de los barrancos más interesantes de conocer, ya que junto a su agreste entorno y estrecho cauce se une que hay que superar tres grandes saltos, pero gracias a unas cuerdas son relativamente accesibles. Como colofón a un salvaje recorrido, el barranco termina en el mar, formando la pequeña Cala dels Testos.
No sé si en otros tiempos sería distinto, pero actualmente este Barranc de l’Infern es el más sencillo de explorar de toda la provincia, ya que su cauce está casi en su totalidad formado por bancales de cultivo y además, un camino de tierra lo recorre de principio a fin. Se encuentra prácticamente en la unión entre los términos municipales de Tibi, Sant Vicent de Raspeig y Xixona, aunque su cauce discurre totalmente por este último y desemboca en el Río Montnegre.
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